Está por concluir el presente ciclo escolar. Sabemos que la educación básica de nuestros hijos es una gran responsabilidad que aumenta en gran medida los gastos, pero ¿te has puesto a pensar si eso ocurre ahora, que no será en el nivel medio superior o superior?
¿Por qué no mejor contar con un plan financiero?
Los seguros educativos son una alternativa para hacer frente a los gastos y eventualidades relacionadas con la educación de tus hijos. Se trata de un producto financiero en el que pagas una prima o cantidad mensual, trimestral, semestral o anual, para que el menor, al cumplir 18 o 22 años reciba la suma asegurada que le permita continuar sus estudios y tú no tengas esa preocupación.
Considera que la educación es uno de los mejores legados que puedes dejar a tus hijos y también es el medio de garantizarles un mejor futuro, en un mercado laboral cada vez es más competitivo.
El beneficio que obtienes al contratar este tipo de seguro es que si llegaras a sufrir alguna incapacidad física permanente o faltar por fallecimiento, tu hijo podrá continuar sus estudios universitarios o posgrado, ya que tu previsión le garantiza la continuidad de los mismos.
Este tipo de seguros, como cualquier otro, se contrata entre un particular y una aseguradora. El usuario contratante deberá pagar de manera mensual, trimestral, semestral o anual las primas correspondientes hasta que venza el plazo convenido.
Cuando tu hijo o hija cumpla la mayoría de edad (18 años), el plazo termina y podrá recibir el ahorro en un sólo pago o en mensualidades, según hayas convenido previamente.
Educativo suelen ser:
Ahorro. Son las aportaciones periódicas denominadas primas de ahorro.
Protección. Cubre riesgos que podrían afectar el cumplimiento de la meta.
Inversión. El dinero acumulado genera un rendimiento y se capitaliza con el tiempo para que no pierda su poder adquisitivo.
Por: Condusef recomienda / morcond@condusef.gob.mx