Decenas de personas participaron en la celebración de los tiznados como parte de las festividades del barrio de San Sebastián que datan desde 1860 aproximadamente, en donde brincan al son del Chinelo con los rostros tiznados, simulando al apostol Sebastián, quien tenía que manchar su rostro para engañar a los guardianes de los cristianos encarcelados y predicar el evangelio.
Foto: Cristian Alaniz y Marcela García / DDM