Postal: Moda sexual… Las famosas redes sociales al igual que promueven convivencias en fiestas y eventos diversos entre los culturales, deportivos y otros más, que sirven como espacios para aquellos y aquellas que buscan la relación personal que van desde el simple encuentro fortuito para la charla y compañía, hasta llegar a la convivencia íntima sexual u otras riesgosas… Sugar Daddy, es la moda… Se trata de la búsqueda que hacen las o los adolescentes con personas adultas o estos con los menores, para pasar algunos buenos ratos, todo a cambio de lo que los adolescentes o jóvenes les puedan proporcionar como compañía o carnalmente a los adultos, cuya economía les permita ser generosos por los alimentos, atenciones, regalos y el dinero, que trata de encubrirse para evitar alguna acción legal contra los mayores, quienes son los buscadores con mayor frecuencia de esos encuentros con ellas o ellos los jóvenes de distinto o del mismo sexo… Algunas de estas relaciones pueden ser platónicas, es decir sólo tienen el ánimo de la charla, convivencia y la compañía, para sentirse entendidos, comprendidos, queridos y hasta amados, sin llegar a ninguna relación carnal… Pero hay otras donde ellas y ellos los menores que buscan a los adultos, mujeres y hombres, o estos que los acosan y lo propician, en su mayoría tienen la finalidad de establecer una relación sexual… Las reglas son claras… Los jóvenes tienen su presencia y cuerpo; los adultos deben tener los recursos económicos suficientes para brindar buenas atenciones, obsequios o apoyos a los menores, con quienes establecen tal relación… Cuando esta se da entre adultos con adolescentes o púberes, ello implica un riesgo o un delito, aún cuando la voluntad del menor permita ese enlace de personas… Sin embargo, cuando el joven ya no es menor de edad y busca o acepta la convivencia con el adulto mayor, entonces ya no hay delito y sólo existe un interés en reciprocidad, por aquello de tú me das lo que yo tengo y yo tengo y te doy lo que tú no tienes y necesitas.. Es decir, hay un intercambio de intereses personales a valores entendidos, que permiten a ambas partes recibir lo que se busca… El Papi o Papá dulce al igual que la Mami, proveniente del inglés Sugar Daddy, ahora es una moda que transita por el mundo, misma que no es nueva, pues desde siempre se ha dado este tipo de relaciones, salvo que en la actualidad se hace más visible en los espacios públicos y en los de la intimidad para las relaciones personales, entiéndase con ello, lugares privados, moteles y hoteles… Desde luego que cuestiones de este tipo tienen sus riesgos por aquello de las enfermedades corporales, las venéreas, el sida y peor aún, por la circunstancia nunca sabida en forma anticipada, de si la persona de tal encuentro como el Papi Dulce o el acompañante menor, también dulce, tengan tendencias que puedan poner en riesgo la integridad física, por aquello de los resentimientos sociales, el psicopáticos, masoquismo o sadismo, en los espacios de la intimidad… Por todo lo anterior y mucho más que se puede referir en cuestiones de esta antinaturaleza, sin lugar a dudas que por cuánto a los menores de edad, niños, púberes y adolescentes, la responsabilidad es única y estrictamente del Padre y la Madre de cada individuo, donde un papel importante pueden tener también los maestros, si es que le quieren entrar a este tema tan escabroso… Por cuánto a los jóvenes mayores de edad a partir de los 18 años y los adultos que andan a la búsqueda de estas circunstancias, cada quien sabrá lo que hace para su satisfacción, gusto y disfrute, con los riesgos que hemos mencionado y que son tan sólo una parte de los muchos más que existen, sobre todo por aquello de las extorsiones, los secuestros, el tráfico de personas, la prostitución y quién sabe cuánto más, que no siempre queda en los espacios de esas conveniencias, sino que, por el tráfico humano, pueden ir a parar a otras regiones del País y a quién sabe cuántas otras del Mundo… Insisto, por todo esto y mucho más, aguas con el Papi, la Mami, el Púber o Joven Dulce, que puede convertirse en un Sugar Daddy no sólo amargo, sino doloroso y tenebroso… ¿Cuántos de los jóvenes o adultos asesinados, secuestrados, desaparecidos, cercenados o vendidos son consecuencia de este tipo de relaciones..? ¡Ahí cada quien que decida lo que quiera..! ¡Cada padre y madre que cuide a sus hijos, para que no después anden lloriqueando..! ¡A protegerlos..! ¡Tan tan! ¡Hasta mañana que será un día más..!

CARTA ABIERTA:
Por: Pablo Rubén Villalobos
pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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