Puyazo: ¡La cantidad es interminable..! Un día sí y otro también, quién sabe por cuántas cuestiones nuestro Estado ha caído en la Ingobernabilidad Política... Todo por aquello de quién sabe cuántos ambiciosos, cuántas cuestiones y disputas entre todos contra todos los poderes del Estado, de ida y vuelta entre ellos, más las otras broncas que viven algunos municipios del Estado; los del Agua Potable en quién sabe cuántos sistemas; lo de Hueyapan y Tetela del Volcán; el terror de los asesinatos, decapitados, destazados, enterrados y embolsados; lo de las pavimentaciones de mala calidad, la falta de inversiones públicas y privadas para la generación de empleo; lo del incumplimiento por las reconstrucciones por destrozos que dejó el Sismo y todo ello, con muchas broncas más... A esto debemos sumar los recientes acontecimientos vividos en la Cárcel de Atlacholoaya, donde la insubordinación de los reos mantuvo a raya durante 48 horas lo mismo a los custodios de la Institución que a los que llegaron en su apoyo entre los del Mando Único, la Guardia Nacional y hasta los de las Fuerzas Armadas, ya que la insubordinación de los penitenciarios amén de quién sabe cuántos heridos, dejó un saldo mortal que en principio fue anunciado para minimizarlo de un solo muerto, que luego llegaron a seis y finalmente se dijo que fueron siete, si es que no hubo más por algún otro fallecido entre los heridos… Atlacholoaya, que es el nombre como se conoce esta Cárcel, se convirtió en un infierno donde las autoridades empezando por su Director o Alcaide fueron rebasadas, junto con los espacios gubernamentales estatales responsables de prevenir y estar al pendiente de ese sitio carcelario, a fin de preservar a como dé lugar la tranquilidad de los cientos de reclusos que ahí están encarcelados en proceso o sentenciados, junto con los cientos de trabajadores que ahí cumplen sus labores ejecutivas, administrativas, de intendencia y vigilancia... Si existe o no “autogobierno” como se ha dado en llamar a los que ejercen el poder dentro de las cárceles mexicanas en lo general y particularmente en ésta aunque lo nieguen, ya en corto siempre dicen que es necesario para mantener en orden a los recluidos entre los que están presuntos inocentes, delincuentes no peligrosos y los de alto riesgo... ¿Qué cambios harán las autoridades para recuperar la confianza y la autoridad en ese Reclusorio..? ¿Quiénes más saldrán de ahí entre los directivos, empleados, custodios y reclusos, estos para cumplir en algún otro Centro Penal su proceso o condena..? Por cierto, el paro de los custodios para entrar a cumplir labores al día siguiente del desastre que costó esas vidas, no fue por cuestión de brazos caídos, ni por reclamo de mejoras salariales o por mejoras en cuanto a prestaciones sociales laborales, su negativa a cumplir con su trabajo, fue simplemente por temor, miedo o terror... Esto y más lo deben saber, tener decidido y aplicarlo, no sólo los responsables, sino los que tienen que estar al pendiente de un lugar como estos en el espacio nacional, como lo es en este caso la Secretaría de Gobernación a cargo de Olga Sánchez, quienes desde luego pueden y deben meter la mano para estar al pendiente y también prevenir lo urgente, con el secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo Montaño junto con el comisionado estatal Antonio Ortiz así como los fiscales, el general de la República Gertz Manero y el general de Justicia del Estado Uriel Carmona, pues en Atlacholoaya hay procesados y reos del Fuero Común y del Federal… Desde luego, en todo ello las fuerzas militares y militarizadas que hemos referido, también pueden y deben brindar su aportación para evitar otros posibles desaguisados mayores o menores no sólo en Atlacholoaya, sino en las otras cárceles que tenemos en la Entidad y desde luego, la posible fuga de reos como ha ocurrido con desórdenes de esta naturaleza en quién sabe cuántas cárceles de la República... ¡Ahí se las dejamos..! ¡Hasta mañana que será un día más..!
Por: Pablo Rubén Villalobos
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