Post Data: ¡Ni quién las pare..! Durante sexenios, desde los tiempos del PRI-Gobierno y mucho antes del llamado Movimiento del 68, siempre estuvimos acostumbrados a los actos vandálicos, rara vez de procedencia social y casi siempre consecuencia de la manipulación política gubernamental... Somos testigos de esta circunstancia por lo vivido en el Movimiento Político Social Estudiantil de 1971, cuando los grupos comandados por dirigentes como Othón Salazar con los maestros; Demetrio Vallejo, Juan Z Martínez con los ferrocarrileros, más los estudiantes del Poli, normalistas, universitarios y quién sabe cuántos más, salieron a las calles para lanzar sus proclamas y reclamos pero en el camino de sus manifestaciones fueron frenados y tuvieron que enfrentar y aguantar contra su cuerpo, los duros varazos de elementos militarizados, según se veía el corte de pelo, más la identidad de playeras, gorra, pantalón y tenis, por lo cual fueron identificados tras esa gran “nodriza” contra los manifestantes, como Los Halcones de Halconzo Martínez Domínguez, entonces jefe del Departamento del DF... Tras aquel triste e histórico acontecimiento, en casi todas las movilizaciones sociopolíticas, cuantas veces fue necesario los del Gobierno enviaban grupos de choque para frenar a los inconformes... Estos grupos tienen como encargo romper las manifestaciones con sus proclamas, para luego maltratar, golpear, perseguir, pintarrajear, romper, destruir y vandalizar todo lo que se les atraviese y quede al alcance de su paso... Puertas, vidrios, ventanas, edificios, vehículos, monumentos, comercios, oficinas y quién sabe cuánto más quedan incendiados, semidestruidos o destruidos por quienes en condiciones de anarquía, protegidos por el Gobierno logran imponer su ley, tras cumplir el encargo del o los jefes políticos, para luego simplemente, desaparecer... En casi todos estos acontecimientos, amén del nadie sabe, nadie supo y nadie sabrá, los anárquicos vandálicos quedan en la impunidad, por decisión de quienes tienen la responsabilidad en los espacios gubernamentales... Este tipo de escenas se repitieron y luego multiplicaron más allá de la Capital Mexicana, por casi todas las capitales y ciudades importantes de los estados, como hechos que hasta la fecha siguen siendo preocupación social, costumbre gubernamental e instrumento de los políticos que bien saben cómo manipularlos, para que todo desorden aún con heridos y muertos, sólo pasen a formar parte de las notas informativas, anécdotas y de la citada impunidad... El más reciente acontecimiento de este tipo, se vivió recientemente por rumbos de la Estación Insurgentes del Metro, la Zona Rosa y sus alrededores en la Ciudad de México, donde por primera vez el vandalismo en su máxima expresión lo enarbolaron las mujeres inconformes por el incumplimiento gubernamental en cuestiones de la equidad de género y bajo la razón o pretexto de los atentados y asesinatos perpetrados contra las del sexo femenino... Los reclamos estentóreos, violentos, anárquicos y vandálicos de ese día, pretendieron ser atajados por la gobernadora de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, quien en principio se lanzó contra esas acciones pero las féminas reclamantes le salieron no sólo firmes, bravas y mandonas, sino que amén de hacerla recular por sus primeras declaraciones, le exigieron y pusieron término para cumplir con una disculpa pública por lo que había expresado, bajo la amenaza de volver a tomar las calles en las mismas o peores condiciones vandálicas, para hacerla entender que quienes tienen el poder en la Capital Mexicana son precisamente ellas, las agrupadas y convocadas que están dispuestas a demostrar de lo que son capaces... Esta circunstancia que nació y se vive por primera vez en la Ciudad de México, no dudamos que tenga repercusión en otros espacios del País, bajo razones o pretextos similares con el afán de demostrar el Power Woman, si es que así se dice en el anglicismo, a efecto de lograr no sólo la equidad sino el empoderamiento ascendente como lo llevan y ya lo tienen, pero mucho dudamos que logren abatir la marejada delictiva que nos agobia, porque en este País desde hace tiempo y en los actuales momentos, parece que tenemos Gobierno pero en términos generales y reales la autoridad brilla por su ausencia y la inseguridad es el mayor poder nacional… ¡Ni modo, son los tiempos que nos toca vivir, a ver que sigue y cómo nos va..! ¡Hasta mañana que será un día más..!

 

Pablo Rubén Villalobos
pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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