Los primeros dos años de presidencia de Donald Trump no han estado exentos de polémica. La última controversia tuvo lugar este mismo mes de noviembre cuando el mandatario anunció una nueva medida para frenar la llegada ilegal de inmigrantes al país. Fue el pasado día 9 cuando firmó una orden ejecutiva que permitía rechazar de forma automática cualquier solicitud de asilo que hubiera sido presentada por una persona indocumentada que había cruzado la frontera con México.

Esta medida también prohibía durante 90 días la entrada desde el país vecino de cualquier extranjero, a excepción de aquellos residentes permanentes legales y de los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, unos días después, este decreto fue bloqueado de forma temporal por la justicia norteamericana. La noche del pasado lunes 19, el juez federal John Tigar emitía una orden para frenar momentáneamente esta medida de Trump que quería denegar la protección a un inmigrante.

La orden de Tigar fue presentada como respuesta a una demanda de varias organizaciones que luchan por los derechos civiles de todas las personas. Es el caso, por ejemplo, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, más conocida por las siglas del nombre en inglés ACLU. Esta histórica institución sin ánimo de lucro aseguró que la ley está de parte de aquellos que buscan asilo, sea de forma legal o ilegal, por lo que la medida de Trump no tendría lugar.

El gobierno estadounidense no tardó en defenderse y aseguró que recae única y exclusivamente en él la potestad de implementar decretos para frenar la inmigración si está en peligro la seguridad nacional. De hecho, ya invocó dicho poder cuando fue investido a principios de 2017 y anunció el veto migratorio a varios países musulmanes. Esa medida generó muchas protestas en todo el país, pero la Corte Suprema la ratificó el pasado mes de junio.

No es la primera, y quizás no sea la última, polémica en la que se ve involucrado el otrora empresario. Trump es especialmente asiduo en Twitter y cada una de sus publicaciones termina por protagonizar los titulares de los principales periódicos. En esta plataforma, el presidente estadounidense ha llegado a negar el cambio climático, se ha referido a Kim Jong-un como “bajito y gordo” y ha echado más de una reprimenda a los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano.

El éxito y el fracaso de Trump ha sido desde el principio crear un discurso de odio contra los inmigrantes. Ello le ayudó en su día a ganarse el apoyo de millones de ciudadanos que lo votaron para que se convirtiera en el sucesor de Barack Obama, pero también ha hecho que se gane la animadversión de muchos millones más, que ven sus políticas como indecentes. Habrá que esperar en qué queda el veto de la justicia y si la prohibición del asilo a indocumentados sigue finalmente para delante.

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