Tema polémico en los partidos políticos y la gobernanza, es que Uriel Carmona Gándara sostiene que sigue siendo fiscal. Sobre que las bancadas de Morena, PT y el partido Verde señalaron que no cuenta con inmunidad procesal-penal en el ámbito federal, reaccionó textualmente: “La resolución fue inesperada porque (los diputados) resolvieron que los fiscales generales de la República no tienen fuero, y este es un precedente muy importante porque los fiscales estatales del país estaríamos en la misma situación. Entonces es algo que se tiene que revisar. Yo estoy tranquilo, voy a hacer frente a esta situación por la vía jurídica, tengo los medios de impugnación a mi alcance y los voy a hacer valer. No he cometido ningún delito, esto es producto de un tema enteramente político. Yo soy creyente de la Cuarta Transformación, soy una persona honesta, honrada, no miento, no traiciono y estamos trabajando así. Yo no soy adversario de nadie…”. La simultaneidad de la expresión de Carmona con la portada del diario “Reforma” –el miércoles– y la declaración del abogado litigante Enrique Paredes Sotelo aceleraron el pulso político de Morelos, hicieron eco en el centro del poder nacional pero los días de asueto por las fiestas de septiembre le pusieron puntos suspensivos… EL tema viene a cuento por la conmemoración del 256 aniversario del nacimiento del generalísimo José María Morelos y Pavón. Pero no es de la biografía y obra de Morelos de lo que nos vamos a ocupar. En esta ocasión se trata de un personaje menor en la historia patria, más bien oscurecido por la sombra del padre y por sus inclinaciones conservadoras malinchistas. ¿Qué razones llevaron al hijo del general Morelos, Juan Nepomuceno Almonte, a ser promotor de que México fuera gobernado por extranjeros? Si el padre peleó por romper con la dominación española, ¿por qué el hijo se convirtió en partidario de la sujeción a un país europeo? La biografía de Juan Nepomuceno se puede resumir así: de niño insurgente y de adulto imperialista. Juan Nepomuceno Almonte nació en algún pueblo de Valladolid un 15 de mayo de 1803. Fue militar, político y diplomático mexicano, veterano de la Batalla de El Álamo y partidario del emperador Maximiliano I. Por ser hijo natural del sacerdote José María Morelos y Pavón y de Brígida Almonte, el padre no pudo, no quiso o no le convenía ponerle su apellido, por lo cual fue bautizado con el materno. El niño Nepomuceno acompañó a su padre en algunos combates durante la guerra de independencia, incluido el Sitio de Cuautla. Ante los constantes peligros de la guerra, en 1814, cuando tenía once años es enviado a Nueva Orleans, Lousiana, Estados Unidos, dónde un año después recibe la noticia de la ejecución de su padre, el 22 de diciembre de 1815. Era un joven con dieciocho años, faz de fuerte ascendencia indígena-mulata, como su padre, y carácter más bien acomodaticio. Nada que ver con la resolución paterna. Juan Nepomuceno fue uno de los oficiales que ayudó a Antonio López de Santa Anna durante la Guerra de Independencia de Texas. La pérdida de Texas llevó a la guerra de saqueo de 1846-1848 de Estados Unidos contra México, intervención en la que ocurrió la historia-leyenda de los Niños Héroes y la batalla de Churubusco. La batalla de Chapultepec fue un conflicto armado que tuvo lugar el día lunes 13 de septiembre de 1847 en el cerro llamado Chapultepec, que se ubica en las proximidades de la Ciudad de México. En el combate intervinieron los ejércitos de Estados Unidos y de México, el pasado miércoles hicieron hace174 años... (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán jmperezduran@hotmail.com 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp