Pongámoslo de esta manera, para no lastimar susceptibilidades y ser concretos y específicos: Es el propio gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo quien este miércoles dijo que no descarta la posibilidad de que José Manuel Sanz Rivera se separe del cargo, en tanto se investiga el asunto (del propio personaje). La declaración de Bravo deduce la interpretación lógica de que el jefe de la oficina de la gubernatura estaría dejando el cargo de manera temporal, no definitiva, sólo mientras la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investiga, continúa husmeando o concluye las pesquisas del Caso Primavera que presuntamente involucran al dicho personaje. Destapado el asunto el 4 de este mes en la conferencia “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo, reveló que se detectaron movimientos financieros irregulares de tres funcionarios de gobiernos locales. Citó un caso llamado Primavera, en el que afirmó está “vinculado un jefe de oficina de un gobierno local (que) recibe transferencias internacionales y reportan seis movimientos inusuales por 441 millones de pesos y retiros en efectivo por 122 millones de pesos”. Castillo no dijo nombres, y en este sentido fue resaltado por el jefe del Ejecutivo morelense, que, hilando frases en singular y en plural, en seguida declaró a reporteros: “…O sea, no quieras usar este nombre porque no existió. Se dijo el señor (Santiago) Nieto. Dijo que hay una investigación de un funcionario, no dijo nombres ni de cuál estado. Entonces no hay que buscar cosas que no son, nada más sí te pido ese favor porque son cosas lamentables. Vamos a esperar a ver qué es lo que dice el señor Nieto, pero hay que esperar. Dijo de alguien, de un funcionario, no quieran inventar y llámese equis, que mencionaron, no sabemos quién es. Entonces esperemos”. Anunciada para la noche de ayer la comparecencia nocturna de Sanz en la sede del Congreso Estatal, y cerrada ayer mismo la segunda semana de marzo, Morelos y México seguían esperando a publicación del informe oficial sobre el Caso Primavera, pormenorizado, detallado… EN la parálisis de los verificentros hay responsabilidad por parte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), pues no resuelve el problema; con o sin razón lo batea a la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente y la Consejería Jurídica del Estado que mantienen cerrados doce locales “viejos”. También se percibe un presunto tráfico de influencias de el o los propietarios de los nuevos verificentros, sospechas crecientes de que el negocio multimillonario es propiedad de uno o varios funcionarios, y sobre todo, afectaciones a miles de personas que se encuentran en total estado de indefensión. El bloqueo vehicular, anteayer enfrente del verificentro ubicado en Domingo Diez y Paseo del Conquistador, fue la consecuencia de la furia de docenas de automovilistas y el efecto de la ineptitud del titular de la SDS, Constantino Maldonado Krinis, que anuncia la búsqueda de alternativas pero no resuelve. Que se ponga en lugar de los automovilistas que anteayer tuvieron que madrugar y luego de horas de esperar no fueron atendidos. Como el señor llamado Adán Ayala Castañeda, de Tepoztlán, que llegó a las cuatro de la madrugada, pasadas las diez no le verificaban y se sumó al bloqueo. Había capacidad para revisar 80 unidades, pero 40 tenían cita previa y los demás fueron mandados al diablo. Arbitrariedades así sólo ocurren en Morelos, no en la CDMX que también forma parte de los verificentros de la Comisión Ambiental de la Megalópolis… (Me leen después).

José Manuel Pérez Durán
jmperezduran@hotmail.com 

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