A manera de conocer el término de ATENEO, será importante referirse a su significado y para ello me remontaré a los tiempos antiguos de Atenas y Roma, en los que la diosa griega del saber, la cultura y el arte se le llamaban MINERVA y entre los romanos el equivalente recibía el nombre de Atenea. En Atenas, se construyó un templo para rendirle distinción a dicha diosa y le llamaron ateneo.
Por ejemplo la UNESCO define la cultura, como lo que permite discernir valores y busca nuevas significaciones, por ejemplo hay estudiosos que han dividido a la cultura en trivial (Que no tiene importancia, trascendencia o interés. Que es común y sabido por todos), auténtica (la cultura como herencia social), intelectual (complejo de ideas y hábitos), ordenado (símbolos pautados e interrelacionados) y figurada (significados asignados en forma arbitraria que son compartidos por una sociedad). En fin, existe mucha literatura con el tema de cultura y no es ese el concepto que nos ocupa.
Regresando a la significación de ATENEO, a través del tiempo esas agrupaciones se les ha denominado: Asociaciones Civiles, Clubes, Academias, entre otros nombres. Se sabe que los ATENEOS como centros culturales tuvieron auge en el Siglo XIX, en países de Europa, como España la clase alta formó ATENEOS con la finalidad de mantener un Status. Sin embargo, los integrantes de un ATENEO, son Ateneístas, que significa, ser un socio de un ATENEO, según el Diccionario Español.
Desde entonces, se comenzó a utilizar el concepto de ateneo, para denominar a las agrupaciones dedicadas a la investigación, la divulgación científica o artística. El espacio en donde la sociedad dedicada a esas tareas, se reunía.
Como se explicó al hacer referencia a la historiografía y las fuentes del ateneo, en ellas existen algunas divergencias que es menester consignar para llegar al adecuado conocimiento de los individuos que formaron parte de la asociación civil. Con todas las limitaciones e imperfecciones posibles, permite ubicar a los ateneístas por su profesión, militancia o abstinencia política y géneros literarios o de otra área de conocimiento cultivados.
Un aspecto revelador, puede referirse a la generación, como ya se mencionó a López Velarde y podría agregarse a factibles ateneístas como Pablo Martínez del Río, que no estaba en México al principio, a Miguel Alessio Robles, Carlos Díaz Dufoo, Jr., y con ellos a otros escritores, artistas, hombres cultos que abrieron muchas puertas a campos que el siglo XIX mantuvo clausuradas a los mexicanos.
En un sentido, el magisterio ateneísta tiene su primera respuesta en la generación de los siete sabios; en otro renglón, los Contemporáneos fueron los encargados de la ejecución de la “tradición-ruptura” con respecto a la primera generación intelectual del siglo XX mexicano.
Por lo tanto, actualmente es una entidad que agrupa a individuos interesados en el conocimiento de alguna rama de la cultura. A fin de lograr una mejor comprensión del concepto, se considera que el término cultura, se refiere al cultivo del espíritu humano y sus facultades intelectuales. Posteriormente la cultura se ha asociado a la civilización y progreso. Según otra definición es un tipo de tejido social, ya que incluye las diversas formas y expresiones de la sociedad, por ello se toma en cuenta los usos y costumbres de los pueblos.
Así mismo, y de acuerdo a lo publicado por Lalo Obregón; ser Ateneísta en nuestros tiempos adolescentes en el Ateneo Fuente, Club de Fans, Daneses; fue llegar a aquel templo, donde me inspire por primera ocasión y llego a mí la ilusión del amor, donde escribí mis primeros versos, que fueron rotos por la indiferencia de aquella primer musa de mi vida. En sus jardines forje amistades que han trascendido el tiempo.
En sus aulas adquirí la filosofía de mi vida: como no recordar aquellas jornadas académicas, las luchas por la autonomía, los encuentros deportivos, nuestras porras, las jornadas del teatro universitario, el viaje de estudio. El llamado a la vocación de mi vida; ser catedrático y conferencista Universitario.
Sé que aún quedan sueños por realizar, faenas por concluir y proyectos por iniciar, en esta etapa actual de nuestra vida, los amigos del colegio están presentes. Las musas aún inspiran el pensamiento cuando la pluma se desliza sobre el papel en blanco donde escribimos cada uno el guion de nuestra vida.
Los ATENEOS, son dirigidos por sus propios integrantes a través de sus asambleas. En el caso particular de nuestra organización social; en sus estatutos ha definido en su Artículo Noveno, que a la letra dice: “El capítulo Morelos, estará formado por, a) Los miembros de la Academia Nacional de Arquitectura que residan en el Estado de Morelos y que formen parte del Capitulo Morelos. b) Los Académicos Capitulares, Académicos Numerarios, Académicos Eméritos, y Académicos Honorarios, es decir, aquellas personas que hayan sido admitidas en el Capítulo Morelos considerando los requisitos establecidos en los Estatutos y el presente Reglamento. También se contará con Académicos de Extensión, clasificación especial para los estudiantes de Arquitectura o carreras directamente relacionadas con la Arquitectura que asuman la responsabilidad de los trabajos académicos”. Para este caso, la Asamblea en sesión ordinaria reciente determinó que a los estudiantes y jóvenes Arquitectos recién titulados, al ser aceptador para participar en este Capítulo, se les denominará ATENEISTAS.
Como estudiantes de la Arquitectura o de otras áreas afines, será importante integrarse y participar en las Sesiones del Capítulo Morelos. De la academia Nacional de Arquitectura. Lo cual permitirá una buena posibilidad de la interacción de los jóvenes ávidos de aprender del “Arte de concebir espacios, modificar y alterar el medio ambiente físico, para satisfacer las necesidades adecuadas para el ser humano”.
Por: “Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Morelos A.C.” / opinion@diariodemorelos.com