La Selección Argentina definió su futuro en el Mundial en la última fecha de fase de grupos contra Polonia y con goles de Mac Allister y Julián Álvarez aseguraron el primer lugar del Grupo C por lo que enfrentará a Australia en en la siguiente ronda.

En la noche reservada para la repercusión y el brillo de Leo Messi y de Robert Lewandowski fue el centrocampista del Brighton el tipo resolutivo que giró un partido trampa para el cuadro sudamericano que se estrelló, hasta donde pudo, con el portero polaco Wojciech Szczesny que evitó un castigo mayor y disimuló las carencias de su equipo. El portero del Nápoles frenó a Argentina y a Messi que, incluso, falló un penal a la media hora de partido.

Apesar de perder, Polonia clasifica como segundo de grupo

Polonia sigue en el Mundial gracias a la diferencia de goles. Igualado a puntos con México, que ganó a Arabia Saudita, se salvó de la eliminación por nada.

Si no es por Wojciech Szczesny, Polonia hubiera reservado el billete de retorno antes del descanso. El portero del Nápoles fue el salvador de un equipo discreto que ha conseguido llegar con opciones y como líder del Grupo C a la última jornada por su disciplina defensiva y por el talento de sus dos únicos jugadores sobresalientes.

Fue el penalti la oportunidad de que Argentina encontrara cierto sosiego antes del intermedio. Szczesny salió a por el balón y golpeó en la cara de Leo Messi que remató de cabeza. El VAR advirtió al árbitro que revisó la acción y llevó el balón a los once metros. Ejecutó el capitán, el goleador argentino. A la izquierda de Szczesny que sacó una mano prodigiosa para evitar el gol.

No encontraba una salida argentina hasta que apareció Mac Allister en la primera acción de la segunda parte. Precisamente cuando el técnico polaco buscaba más mordiente en su equipo con la salida al terreno de juego de Jakub Laminski y Michal Skoras.

A los recién entrados no les dio tiempo a poner en práctica las instrucciones de su entrenador Czeslaw Michniewicz porque una incursión por la banda derecha de Nahuel Molina terminó con un centro al área que llegó a Mac Allister. El centrocampista del Brighton disparó. Le pegó mal pero el balón salió envenenado, pegado al palo fuera del alcance de Szczesny.

 Polonia no reaccionó. Y jugaba con fuego. El partido era de Argentina que no frenó. Encontró el segundo en el último tercio del choque, en el minuto 68 cuando Enzo Fernández inventó un pase hacia Julián Álvarez, de espaldas. Se giró, se hizo espacio y su tiro fue imposible para el portero de Polonia. El delantero del Manchester City, de 22 años, se estrenó como goleador. No había escenario mejor.

 Pudieron ser muchos más. Argentina estaba a gusto y los polacos desorientados. No tenía su día Messi que en cada intento chocaba con la inspiración de Szczesni.

Atrás dejó Argentina la pesadilla ante Arabia Saudí. De menos a más, sacó adelante los duelos con México y Polonia para escapar airoso de la fase inicial, alcanzar el objetivo de octavos y prolongar su objetivo.

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