Luego del asesinato de la niña Fátima Cecilia Aldriguetti Anton, quien fue llevada por una mujer luego de que sus padres no llegaron por ella a su escuela, la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México mandó un mensaje: los planteles no pueden entregar a los ninos a cualquier persona ni los deben dejar en la calle.

Debido a que la investigación de la muerte de Fátima está en curso –bajo el tratamiento de feminicidio–, el titular de la Autoridad Educativa, Luis Humberto Fernández Fuentes, se abstuvo de señalar a algún responsable y se limitó a afirmar lo que indica el protocolo.

“(El menor) tiene que ser entregado a alguien acreditado, no puedo prejuzgar hasta la investigación completa, pero lo que sí puede decir es que la obligación de lo directivos es entregar al niño a alguien acreditado y no se deja al niño fuera de la escuela”, detalló Fernández Fuentes.

Refirió que las facultades del órgano educativo a su cargo permiten una investigación administrativa para saber si se cumplieron o no los protocolos de entrega de menores, así como los posibles responsables de ello; en tanto que la indagatoria por el homicidio corresponde a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.

Sin ahondar en detalles, el titular de la dependencia federal reveló que las indagatorias “ya van muy avanzadas” y en breve se darán los informes correspondientes, a fin de sancionar a quien resulte responsable en lo que compete a materia administrativa.

Asimimo, mencionó que se agotarán todas las pesquisas para resolver el caso de la sustracción de la menor, de 7 años de edad.

“No juzgamos ni criminalizamos a ningún maestros. Primero se está investigando, a partir de los hechos será el Órgano Interno de Control el que determinará sí hay alguna responsabilidad o no. Todos los involucrados están dando su versión de los hechos, incluido el director”, expresó.

De acuerdo con el protocolo correspondiente, el cual aplica para todas las escuelas de la capital del país, la entrega de los alumnos a sus padres o tutores debe hacerse con una credencial correspondiente, la cual en caso de extravío, se debe pedir una reposición por escrito.

Además, se debe respetar el horario de entrega de los alumnos, aún cuando éste no se coordine con el horario de trabajo de los padres de familia, abundó el funcionario.

El margen de tolerancia para recoger a los alumnos de la escuela es de 20 minutos, refirió; en caso de que éste se agote, el director del plantel debe trasladar al menor a una agencia correspondiente, de acuerdo con la Ley General de Educación y a la Ley General de Niñas, Ñiños y Adolescentes.

En caso de que el estudiante regrese solo a su domicilio, dependiendo del nivel educativo, el menor tendrá que estar identificado, con credencial correspondiente y contar con un documento con la autorización expresa de la familia para ello, insistió Fernández Fuentes.

Bajo ninguna circunstancia, reiteró, se puede entregar a un alumno a su padre o tutor que esté bajo la influencia del alcohol u otra sustancia que altere sus sentidos, de acuerdo con lo establecido en el protocolo.

“El niño en ningún momento se puede quedar solo, aunque concluya el horario escolar y tarde (el padre) en llegar, es compromiso de la escuela”, refirió.

La escuela Enrique C. Rébsamen, donde estudiaba Fátima, es de horario vespertino y las labores terminan a las 18:00 horas; además todavía las investigaciones están en curso para recopilar todas las declaraciones de los que estuvieron involucrados en los hechos, detalló.

Una vez terminada la carpeta de investigación administrativa, se le entregará a la FGJ para coadyuvar con su indagación, además que será el Órgano Interno de Control quien determine a los responsables, en caso de que los hubiera, así como la sanción correspondiente.

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